En las partidas sin límite, los jugadores pueden apostar cualquier cantidad en cualquier momento. La apuesta está limitada sólo por el número de fichas que el jugador tenga sobre la mesa. No obstante, la apuesta mínima debe ser igual a la ciega grande, y todas las subidas deberán ser, como mínimo, iguales a las subidas que se hayan hecho anteriormente en esa ronda.
En las partidas con límite de bote, los jugadores sólo pueden apostar cantidades que no superen la totalidad del bote y, además, dichas partidas están sujetas a la regla descripta anteriormente.